Hablemos de la libertad de expresión: después de todo, es nuestro derecho constitucional hablar de lo que queramos, pero dado que la Constitución impone pocos límites a lo que podemos decir, la gente dice cosas inexactas todo el tiempo, incluso sobre la Primera Enmienda. Aclaremos algo de eso ya que, ya sabes, se nos permite hacerlo.