Adivina esto, Batman: ¿En qué se parece un gato a una mesa de ping-pong? Si respondió que ambos tienen la misma superficie, ¡tiene razón!
Investigadores del Instituto de Tecnología de Georgia realizaron un metanálisis de más de dos docenas de estudios sobre animales y medidas de superficie. Específicamente, querían saber cómo afecta el pelo a la cantidad de superficie que tiene un animal, cómo se ensucia ese animal y cómo se las arregla para limpiarse.
El equipo de Georgia Tech examinó 27 animales diferentes, incluidos mamíferos e insectos. Publicaron sus hallazgos en el Journal of Experimental Biology. El informe se titula "La limpieza está al lado de la piedad: mecanismos para mantenerse limpio".
¿Qué aprendieron? Bueno, además del hecho de que una nutria marina promedio tiene la misma superficie que una pista de hockey profesional, descubrieron que el cabello puede ayudar en la limpieza a través de dos categorías amplias: estrategias renovables y no renovables.
Las estrategias renovables son pasivas (piense en las pestañas), mientras que las estrategias no renovables requieren que el animal ejerza algo de energía para limpiarse (piense en un perro mojado sacudiéndose). Ambas estrategias implican que el pelo evite que la suciedad y la mugre se adhieran al animal, lo que facilita que el animal se limpie.
Este tipo de información se puede utilizar para diseñar sensores y componentes electrónicos de modo que eviten que la suciedad, la mugre y los contaminantes empañen las obras. El plan es tomar la información obtenida de estos estudios e incorporar algunos de los diseños de la naturaleza en la electrónica. Queda por ver si eso significa que su próximo termostato será peludo o no.
Aquí hay algunos otros datos divertidos descubiertos por el equipo de investigación:
· La superficie de una abeja es del tamaño de una tostada.
· Las abejas y las ardillas son igualmente peludas, con alrededor de 3 millones de pelos.
· Las mariposas y las polillas son particularmente hirsutas con alrededor de 10 mil millones de pelos.
· Los seres humanos tienen alrededor de 100.000 cabellos en la cabeza (el autor de este artículo está excluido de esta estadística porque la naturaleza puede ser cruel).
Ahora eso es genial
David L. Hu, uno de los colíderes de este estudio, también participó en este intrigante artículo (y ganador del premio Ig Nobel) publicado en PNAS en 2014: "La duración de la micción no cambia con el tamaño del cuerpo ".