El fútbol americano universitario genera miles de millones de dólares en ingresos anualmente por la venta de entradas, los derechos de los medios y las donaciones. Entonces, ¿quién tiene más que perder si se cancela la temporada de otoño?
Los deportes universitarios simplemente no serían lo mismo sin esos humanos disfrazados tontos (y animales vivos) que desfilan por las líneas laterales animando a los fanáticos.